Dietas
A menudo los pacientes con enfermedades del aparato digestivo insisten en que les aconsejemos una dieta que contribuya a la mejoría de los síntomas. Muchos de ellos, cuando acuden a la consulta ya han probado a suprimir determinados alimentos, como aquellos que contienen lactosa o gluten.
Durante años a los pacientes con la enfermedad digestiva más frecuente, el síndrome del intestino irritable, se les aconsejaba una dieta determinada, pero hoy se ha demostrado que ni la enfermedad ni los síntomas están producidos por tomar una dieta determinada, el test de tolerancia a alimentos que se basa en determinar la cantidad de una proteína (inmunoglobulina G) específica frente a cada alimento, no ha demostrado utilidad práctica hasta el momento.
La mejoría que experimentan los pacientes durante un periodo transitorio al suprimir determinados alimentos probablemente se debe al efecto placebo (la confianza en la mejoría). Seguir una dieta determinada sin justificación médica rigurosa altera la calidad de vida del paciente al precisar hacer una comida independiente, o la de toda la familia al verse obligados a seguir unas pautas de alimentación que no necesitan.
En España, como en la mayoría de los países europeos, tenemos un problema con la dieta: comemos demasiado, ingerimos más calorías de las que necesitamos, y consumimos menos calorías de las que ingresamos, el sobrepeso/obesidad es una verdadera epidemia, que ocasiona a la larga múltiples problemas, fundamentalmente una mortalidad prematura por problemas cardio-vasculares, pero precisamente los digestivos son los más irrelevantes (depósito graso en el hígado, lo que se denomina «esteatosis», con alteración frecuente de los enzimas hepáticos, que muy rara vez puede llegar a producir cirrosis o bien otras complicaciones hepáticas graves).
Han de seguir una dieta, a ser posible rigurosa, sin gluten los pacientes con enfermedad celiaca, sin o con poca lactosa aquellos con intolerancia demostrada a la lactosa sobre todo si existe constancia de que los síntomas están relacionados con el consumo de lácteos. Aunque probablemente un 10-15% de ciudadanos europeos de raza blanca tenemos deficiencia de lactasa, si consumimos pocos lácteos, no llegamos a presentar síntomas por ese motivo y las molestias digestivas que padecemos se deben a otra razón.
Los pacientes con diverticulosis deben tomar una dieta rica en fibra (dieta que es saludable aún sin padecer enfermedad alguna). La dieta rica en fibra también es útil en los pacientes con estreñimiento crónico, aunque no suele ser suficiente para corregir el problema.
Algunos pacientes con diarrea crónica toleran una cantidad baja de fructosa (el azúcar de la fruta) y precisan restringir estos alimentos. En cambio la mayoría de las personas que «hinchan» no lo hacen por comer alimentos ricos en fibra o bebidas «con gas» sino por otros mecanismos y la restricción dietética tampoco suele ser útil.
Debemos tratar de comer la mayor parte de los días una dieta sana, la dieta mediterránea de todos conocida y complementarla con ejercicio. El ejercicio es tanto o más útil que la dieta para mejorar las enfermedades digestivas funcionales, porque reduce el estrés, estimula nuestra mente y mejora nuestra calidad y esperanza de vida.
Basta con hacer ejercicio moderado unos 150 minutos a la semana, es decir un poco más de unos 20 minutos al día. No vamos a perder apenas peso puesto que supone un consumo de sólo unas 60 kilocalorías, pero se ha demostrado que con tan sólo 15 minutos de ejercicio al día, existe una disminución de la mortalidad, con una reducción del 10% en la muerte por cáncer, un 14% de la mortalidad en general y un incremento medio de 3 años en la esperanza de vida. Por supuesto, más ejercicio es todavía mejor, pero que nadie argumente que «para hacer 15 minutos no hago nada», porque todos tenemos 15-20 minutos al día disponibles.
Es mejor promover pequeños cambios en la conducta diaria que puedan asumirse «para toda la vida» que cambiar radicalmente de vida y de dieta durante unas semanas porque la experiencia demuestra que en unos meses el paciente está peor que antes de haber empezado, comiendo glotonamente y en la más absoluta inactividad…
Cuando el paciente necesite una dieta, su especialista se la proporcionará. Existen múltiples páginas con dietas, pero el portal que mostramos a continuación es de los mejores
Dieta baja en FODMAPs (lista de alimentos).
RECOMENDACIONES DIETÉTICAS SALUDABLES Y SOSTENIBLES (complementadas con recomendaciones de actividad física para la población española).
Fisterra (Portal de salud para médicos y pacientes, con información detallada sobre dietas).